Los grupos vinculados
TRABAJAR POR UN GRAN CLUB EN MADRID
En el momento de la fundación de Montañeros Madrileños, se expresa con claridad la voluntad de trabajar por la constitución de un gran club en Madrid que cumpla las expectativas y necesidades del colectivo montañero (voluntad ya enunciada en sus estatutos con la frase “tendrá como modalidad deportiva principal el montañismo, colaborando en aquellas iniciativas tendentes a promocionar y mejorar organizativamente la práctica del mismo entre los habitantes de la Comunidad de Madrid”). Lo que se plasma en la carta que se dirigió en ese momento al resto de los clubs de Madrid. Todo hay que decirlo, con escaso éxito, a pesar del elevado número de destinatarios. Casi la totalidad de estos clubs hoy en día ha desaparecido y ello no es extraño visto desde una perspectiva sociológica, en un pais como España en el que -con mayor motivo en esa época- cuesta trabajo la integración en proyectos colectivos y existe una filosofía mas orientada a ser “cabeza de ratón…”. A estos efectos puede resultar interesante la lectura de un supuesto teórico contenido en el “Libro Blanco” que se elaboró por los fundadores para su uso por la Comisión «El Club Alpino Madrileño ante el siglo XXI» y también un párrafo de la entrevista realizada en 2007 por Ediciones Desnivel al entonces presidente del club Juan Antonio Espadero.
Aunque ya en ese momento ha quedado claro que lo que se está impulsando no es la constitución de un club con un grupo de amigos, las sociedades tradicionales se miran en los logros deportivos de su historia y eso y el apego a sus propios nombres son sin duda un obstáculo para converger en un proyecto mayor. No son demasiadas las esperanzas de involucrarlas. Por lo tanto será en los clubs de menor tamaño donde parece en ese momento existir un campo para trabajar en el futuro.
CONTACTOS CON CLUB CAMPSA Y BBV
Llega la hora de ponerse al trabajo y casi de inmediato comienza la comunicación con otros grupos dentro de las posibilidades de aquel momento. Transcurrido el primer año de rodaje, se mantienen contactos con el Grupo de Montaña de Campsa (grupo de empresa de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos, antecedente de CLH) que dirigía una chica llamada Pilar. Al poco se suspendieron una vez comprobado que su preocupación era completar sus propios autobuses, un problema generalizado que empezaba a plantearse en los clubs que siempre habían funcionado de esa forma.
No obstante en 1992 se realizó alguna actividad compartida con este grupo, con el de empleados del BBV (procedente a su vez del antiguo club Bancobao del Banco de Bilbao del que muchos años mas tarde su presidente José Manuel Crespo conocido como “el Celta” por sus ascendentes gallegos que años más tarde se incorporaría a Montañeros Madrileños a nivel personal donde ya con edad elevada logró ascender al Mont Blanc en una actividad del club). Y también con el Club Piedrafita del que se habla aparte.
EL GRUPO DE MONTAÑA DE TALBOT (antiguo CHRYSLER)
Hay que indicar en este momento que el primer grupo que se integró en Montañeros Madrileños fue el Grupo de Montaña de Talbot, con su presidente Antonio Rodríguez Espejo a la cabeza, cuyo buen talante era sobradamente conocido desde la primera experiencia en el Club Alpino Popular lo qué facilitó el proceso. Este club procedía también del grupo de empresa de esta marca automovilística, anteriormente denominada Chrysler España y finalmente Peugeot-Talbot.
Antonio se incorporó como vicepresidente a la primera junta directiva de Montañeros Madrileños tras la comisión gestora inicial, con lo que quedó refrendado lo ya manifestado anteriormente en el sentido de que los responsables de los grupos que se fueran vinculando pasarían de inmediato a ocupar puestos de responsabilidad y decisorios en la entidad.
ALTA INTEGRACIÓN DE PEQUEÑOS CLUBS
Esos años de mediados de la década de los noventa a los efectos relativos a la integración de colectivos se caracterizaron por la entrada en el club de grupos muy pequeños, la mayoría sin personalidad jurídica, muchos de los cuales se produjeron a raíz del escrito que desde Montañeros Madrileños se dirigió a los pequeños clubs en Diciembre de 1993 y Enero de 1994 cuando las nuevas obligaciones tanto económicas como legales para mantener un club se iban planteando de forma sucesiva y tenía sentido el ofrecimiento de Montañeros Madrileños como club-paraguas.
Entre ellos recordamos a ACB del barrio de Campamento, el Grupo de Montaña de Tajamar, el Club Jara (aunque luego se volvió a dar de alta individualmente en la FMM), Montañeros de Pinto, Club Amadablam, Colegio Micael (La Espiga), Casa de la Cultura de Coslada, Universidad Carlos III, Club Coronillas, Club Annapurna y algunos otros. Aunque Montañeros Madrileños siempre ofreció el mantenimiento de la personalidad y actividades propias los socios de estos grupos solían acabar integrándose totalmente ya que, en general, eran muy pocos por entidad y sin capacidad de gestión y mantenimiento de la misma. Por lo que la entrada en Montañeros Madrileños constituyó fundamentalmente un alivio.,
UNIFORMIDAD Y NUEVOS GRUPOS
A primeros del siglo XXI se tiene muy claro el procedimiento para la integración de grupos vinculados. Sin descartar el “traje a medida” (a los grupos que se van integrando, con o sin personalidad jurídica se les ofrece -siempre partiendo del respeto a su idiosincrasia, historia y peculiaridades- una integración respetuosa, confeccionándoles si lo precisan una web propia, segmentación de sus socios y control y acceso sobre los datos de sus afiliados y cumplimiento de sus obligaciones legales y fiscales así como el cobro y entrega de sus cuotas particulares).
En la reunión de junta directiva del 11 de marzo de 2014 a propuesta de Carlos García se aprobó la homogeneidad de condiciones de todos los colectivos, que a partir de ese momento serán prácticamente las mismas, si bien, atendiendo a las circunstancias particulares. Es en este contexto en el que se produce la incorporación de tres grupos relevantes: En 2004 los Amigos de la Sierra (a través del vínculo con el Foro de la Sierra y Jorge Pina) una pequeña parte del cual ingresaría en Peñalara, El Club Los Leones de Guadarrama, un nutrido grupo de amigos y vecinos de esta localidad y el Grupo de Actividades de Montaña y Senderismo del Colegio Arturo Soria, a través de nuestro antiguo socio Alberto Hernando.
EL CLUB DE MONTAÑA DE LA CASA DE LA MONEDA (FNMT)
Es en el año 2003 se produce también una de las primeras incorporaciones importantes. Se trata del Grupo de Montaña de la Casa de la Moneda (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre). Es un club de montaña de tradición y con socios formados, que no pueden constituir un club por depender orgánicamente del Grupo de Empresa Multideportivo de la entidad, del que reciben determinadas ayudas. La integración, que parte inicialmente de la necesidad de sus componentes de obtener el seguro federativo se va realizando de forma fluida hasta que con el tiempo los socios quedarán totalmente unificados, aunque manteniendo sus propias actividades, tradiciones y costumbres. Un ejemplo de lo que supone la propuesta de incorporación al proyecto. Su responsable, Gabriel Lopez Varas, siempre dispuesto a la colaboración, se convertirá en un socio relevante que ha organizado numerosas actividades para el conjunto social.
GRUPO DE ESPELEOLOGÍA DE GEOLÓGICAS
En 2004 y tras la firma del protocolo de convergencia entre Montañeros Madrileños y el antiguo Club Alpino Madrileño, se formaliza el acuerdo de colaboración con el GEG (Grupo Espeleo de Geológicas) que ya existía, y que -de una forma simbiótica- mediante un acuerdo verbal con el CAM utilizaba el antiguo local de la calle Augusto Figueroa como sede y ubicación social, de reunión y de depósito de su material y pertenencias. Potente y estructurado grupo con personalidad jurídica propia y con la totalidad de sus socios integrados al 100% a todos los efectos en el nuevo Club Alpino Madrileño que se acaba de crear y que se encargará de su gestión administrativa, mientras que el GEG ostentará a partir de ese momento la responsabilidad y actividades del área de espeleología del club. Socios provenientes de Montañeros Madrileños pasarán con el tiempo a formar parte de la junta directiva del GEG.
EL GRUPO DE MONTAÑA DEL C.S.I.C.
En 17 de julio de 2013 se celebró una reunión entre Carlos García y Luis Molina y Aurelio Herrero del Grupo de Montaña del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata de un importante club con el que hemos tenido relación desde su misma fundación a través de Paco Perez, que durante muchos años fue miembro de la junta directiva de la antigua Federación Castellana de Montañismo, y con el que ya se habían compartido actividades y proyectos. En ese momento, tras tener que desalojar su local de la calle Hileras, se mudaban a un despachito cedido en la propia sede del CSIC.
La reunión fue larga y detallada, y a los dos días se les pasó un completo resumen y detalle de las condiciones en que podría hablarse de una posible integración. Aunque finalmente no se llegó a ningún acuerdo, quedó la puerta abierta para ello, ya que -al igual que con el antiguo Club Alpino Madrileño- en el caso de una convergencia existirían sinergias con este club (muy dependiente de sus actividades en autobús) que sólo podrían aportar ventajas a los socios de ambos. Siendo interesante recordar que la oferta a los clubs que se integran en el proyecto siempre ha incluido el mantenimiento de su propia personalidad jurídica y autonomía operativa y la incorporación de sus responsables en la estructura directiva del Club Alpino Madrileño.
GRUPO CASTELLANO DE MONTAÑA CUMBRES
Y por último el 16 de Octubre de 2014 se reuniría Carlos García con Eduardo Muñoz, a la sazón presidente de Cumbres y socio de nuestro club desde muchos años atrás.
La reunión muy cordial, claro, es con un socio del club con el que se habla de forma distendida y con franqueza. Y tampoco es nada nuevo, ha habido ya contactos años atrás en varias ocasiones a través de Prisca Toledo con mucha amistad con la mujer de Eduardo y otros muchos socios y socias de Cumbres…(Carlos también tuvo mucha relación con algunos de sus socios más antiguos como Manolo del Hoyo y Felipe Ruiz de Huidobro) en los que se ha valorado la integración…pero…
A nuestro criterio en las dudas a la hora de dar el paso en cada una de las ocasiones pesaron aspectos como su nombre, el refugio que mantienen en el Puerto de Navacerrada y la resistencia de algunos de los socios, especialmente los más veteranos. Una vez mas es preciso recordar la filosofía de entrada en el proyecto de nuevos grupos. Y si no….que se lo pregunten a los que ya están integrados.
INCORPORACIÓN DEL ANTIGUO CLUB ALPINO MADRILEÑO
Con el antiguo Club Alpino Madrileño (que tuvo origen en la unión del Club Alpino Maliciosa y otras entidades) los contactos comenzaron muy pronto, pero es algo que no tratamos en esta página ya que se ha desarrollado un apartados específico sobre todo lo relativo a la convergencia con Montañeros Madrileños.