“Decidí buscar el lugar del naufragio del San Salvador con esos datos y con un detector de metales comencé a encontrar monedas en la playa de Figuera do Foz, donde encalló, en frente de un monasterio, como escribió Luis Colón, hasta que el sonido del aparato aumentó notablemente al detectar la gran pieza”. El buceador está seguro de que la campana que halló no es del San Salvador, sino de la Santa María, porque pegada en su interior descubrió una moneda, “lo que demuestra que no estaba en el exterior de la nave, sino en las bodegas, con otras mercancías que se transportaban a la Península”.