Los viajes de semana santa a los Alpes
CÓMO SE COMIENZA Y PORQUÉ A LOS ALPES
Los viajes de esquí de semana santa a los Alpes han sido sin duda unos de los mas representativos entre las actividades de esquí organizadas por Montañeros Madrileños para sus socios a lo largo de los años. Con muchos asistentes, representaron una excelente oportunidad para conocerse y compartir desde el apartamento hasta las actividades diarias de esquí o la “decouverte” (que dicen los franceses) a lo largo y ancho de estas grandes estaciones de los Alpes del Norte. Grandes amistades (y parejas) se fraguaron en estos viajes.
Luis Miguel y Carlos ya tenían experiencia por estos andurriales. Por buenos amigos como Jesús Romero “Mere”, del Club Alpino Popular, que ya había empezado a frecuentar las estaciones de esquí de los Alpes a finales de los años 70 del siglo pasado, conocieron sus posibilidades y también ellos comenzarían a visitarlas, en 1985 los Alpes de Alta Provenza y en 1987 Tignes, ya con la vista puesta en el proyecto de Montañeros Madrileños.
El primer viaje de este tipo que organizaron en el club se realizó en el año 1992 y el último sería en 2014 coincidiendo con el momento en que ambos dejaban la responsabilidad del área tras 25 años de gestión; si bien todavía colaboraron en el del año 2015, al que ya no asistirán.
El motivo de dirigirse a esta zona tan lejana no es otro que el hecho de que los viajes de esquí se organizan cuando la mayoría de los socios puede tomar vacaciones, o sea, en semana santa. Y como esta cae sobre todo en el mes de abril deben acudir a un lugar donde en condiciones normales la nieve esté garantizada. Tampoco vale cualquier estación. Solo se plantean como alternativas válidas Val D, Isere, Tignes y los Tres Valles, simultaneando en este caso los alojamientos entre Meribel Motarett (por su ubicación estratégica en altura) y Val Thorens. Descartando otras mas económicas como Menuires, La Plagne o Les Arcs mucho mas bajas y donde en caso de precipitaciones puede llover. Como excepción, en los años en que la semana santa caiga en marzo se irá al dominio de Avoriaz, que permite esquiar en una serie de estaciones de Francia y Suiza ubicadas en cotas inferiores.
(Foto: 1987. Val D,Isere tras descenso a Le Fornet desde el glaciar de Pisaillas. Los esquies todavía con ataduras rígidas Iser-Marquer y Silvretta para travesía.)
EJECUCIÓN Y CONTRATACIÓN DIRECTA
Para organizar los viajes de semana santa nunca se optó por lo más sencillo, que sería descargar la organización en terceros con lo que eso suponía…de precio para los socios. Aun siendo mas trabajoso (pongámonos de nuevo en el contexto de la época…ni internet, ni Booking ni otras zarandajas), Carlos y Luismi por sus propios conocimientos y red de relaciones accedieron a través de la Oficina de Turismo francesa a unos “Workshop” de las estaciones de esquí francesas que se realizaban en el hotel Meliá de la calle Princesa de Madrid una vez que concluía cada temporada de esquí, normalmente en el mes de mayo. En esa feria de venta adquirían con carácter mayorista las estancias en los apartamentos para el viaje del año siguiente a precios muy competitivos. Este sistema funcionó muy bien y se utilizó hasta que el propio volumen y especialmente la flexibilidad que se iba precisando, recomendó modificarlo.
Hasta mediados de la década se contrató con el mayorista especializado viajes Edelweiss (cuyos componentes llegaron a ser propietarios de la estación de esquí Valcotos en el Puerto de Cotos, de Madrid), que acabaría desapareciendo. Y ya con posterioridad con Francisco García Araus (Touralp), buen amigo y partner de confianza para este entramado organizativo, con una colaboración segura que duró hasta el final de este tipo de viajes.
EL CONCEPTO DE APARTAMENTO DE ESQUÍ EN FRANCIA
Lo que es un apartamento de esquí en Francia para vacaciones tiene poco que ver con lo que se ofrece en España al alquilar un alojamiento similar. Mientras que aquí se espera algo grande, espacioso y que cuando se termina la estancia contratada se deja tal cual, en Francia es un poco distinto
Existen grandes consorcios de arrendadores tal como Pierre Vacances, Maeva, agencias locales… y también grandes bloques de apartamentos (los mas pequeños se denominan estudios) que tienen un tamaño medio de unos 25 metros aunque una distribución acertada los hace muy habitables. Todo lleno de huecos y cajones donde dejar la ropa y todo lo accesorio de vestimenta para el esquí, guantes, gafas, cascos. Cocina (“coin cuisine” rincón cocina, el nombre ya lo describe) normalmente integrada o comunicada en el cuerpo principal del apartamento en el que -en un modelo tipo para cuatro personas- también irán dos camas, estando las otras dos en una habitación independiente o en una “cabina”, en este caso con el espacio justo para una litera. La limpieza normalmente no estaba incluida, si se contrataba de forma independiente el importe a abonar era bastante prohibitivo especialmente teniendo en cuenta que aunque se pudiera pactar en el precio global nunca incluía la zona de cocina, que siempre hay que dejar perfectamente limpia y con la loza y utensilios fregados, secos y guardados en los armarios. Por tanto no tenía demasiado sentido abonar 70 u 80 euros por que te pasaran el aspirador y limpiaran el cuarto de baño.
Para garantizar el sistema (limpieza y posibles desperfectos o roturas o faltas en el utillaje) era preciso depositar una fianza de 200 francos franceses (unas cinco mil pesetas, luego 30 euros) por apartamento, importe que se se incluía a los socios en el global del viaje y posteriormente se devolvía por transferencia. A partir de 2008 aproximadamente se devolvió por cheque (que se llevaban impresos ya desde Madrid en formularios de papel continuo) en el propio bus y finalmente en la confianza del buen trato que los socios siempre dieron a los alojamientos lo abonaba el propio club globalmente con tarjeta. Este sistema conllevaba una “revisión” en el momento de dejar los apartamentos (con pocas incidencias, una común, dejar con buena voluntad paquetes completos de comida no utilizada en los armarios…lo que los franceses consideraban “sucio”). Mientras los socios aguardaban en la recepción, Luismi y Carlos se repartían las tareas de recogida de llaves y revisión junto con los responsables del complejo, lo que completaba la infraestructura que habían organizado desde la llegada con el reparto de llaves y la entrega de los paquetes de sábanas y toallas (que tampoco iban incluidas) y que se recogían en la lavandería.
A todos los inscritos se les proporcionaban previamente unas instrucciones muy detalladas tanto para el desarrollo del viaje como para la entrada y salida de los apartamentos. Cuando la tecnología lo permitió, también allí sms recordando aspectos tales como las instrucciones de salida y horario de la misma y llegada de los buses.
EL TRANSPORTE - LOS AUTOBUSES LITERA
Aunque desde un primer momento se dio a los socios inscritos en los viajes de esquí de semana santa a los Alpes la posibilidad de acudir también en coche o avión, fueron pocos los que utilizaron esa opción; los aviones eran caros y el viaje en coche largo y normalmente precisaba pernoctar por el camino. Por lo tanto el bus normal, aunque cansado, era la opción mas sencilla y económica y por lo tanto fue la más utilizada.
Las entidades organizadoras de viajes de esquí a los Alpes en autobús partían normalmente el viernes previo a la semana santa del estadio Bernabéu en el paseo de la Castellana de Madrid. Era el punto convenido por estar estratégicamente situado y sobre todo por tener capacidad para aparcar una gran cantidad de autobuses ya que estaba así preparado para los partidos de futbol.
Será en 1999 cuando a través de Touralp descubrimos los autobuses litera. Había pocos y contaban con ellos en su flota sólo tres o cuatro empresas de la provincia de Guipúzcoa que daban sobre todo servicio al desplazamientos de los clubs de montaña de su zona. Resultando su alquiler notablemente mas elevado, sin embargo un bus normal no podía soportar la comparación con un bus litera, porque al viajar durante la noche en posición horizontal unas personas dormían mas y otras menos, pero todo el mundo descansaba. Por la mañana se ven las cosas con otros ojos. Técnicamente se trata de unos autobuses normales con un sistema interior articulado que permite una vez montado establecer dos filas continúas corridas a cada lado del pasillo, una a media altura y otra debajo.
Los buses llegaban desde el pais vasco a recogernos en el Bernabéu sobre las siete de la tarde para una vez cargados los equipajes y esquíes, salir puntualmente a las ocho. Esa hora de salida no estaba establecida de forma arbitraria sino calculada para que en un trayecto sin incidencias se llegue a las estaciones de esquí de los Alpes a primera hora de la tarde del sábado, que es el momento a partir del cual está permitido acceder en los apartamentos, ya que las estancias son de sábado tarde a sábado mañana y los días de esquí incluidos en los forfaits de domingo a viernes.
El club llegó a contratar hasta tres buses litera para el viaje de semana santa (el tercero normalmente compartido). Esquemáticamente podemos decir que las primeras horas tras la salida del Bernabéu transcurren de una forma animada, la gente va charlando contenta por la alegría del viaje, hasta que se produce la primera parada establecida en Esteras de Medinaceli donde -aún existe- hay un bar-restaurante autoservicio de carretera fuera de la autovía con gran cantidad de mesas donde estaba permitido cenar incluso con comida propia, consumiendo las bebidas. Muchos lo aprovechan para llevar sus bocadillos o sus sándwiches de Rodilla. En tres cuartos de hora se reanuda el viaje.
Tras la cena llega el tiempo del reposo. A esta hora el viaje todavía transcurre sentado y es el momento adecuado para ver una buena película que la «intendencia» del club (o sea, Luis Miguel) ha preparado; en los primeros años cintas de video y luego ya según va avanzando la tecnología en DVD. Esos autobuses son modernos y cuentan ya con pantallas de video lo que en esa época todavía representa un privilegio. El trayecto hasta la siguiente parada en Alfajarín es suficiente para ver una película de calidad: allí se vieron títulos como Amanece que no es poco, El día de la bestia, Bailando con lobos o Ocean,s Eleven.
En Alfajarín, un estratégico nudo de comunicaciones situado a la salida de Zaragoza donde comienza la AP-2 es preciso despejar el bus para montar literas lo que representa un buen momento para tomar el último tentempié antes de dormir, una infusión y los mas avezados algún que otro cordial que les haga abordar mejor el sueño. Al rato ya todos tumbados. El bus arranca y enseguida no se oirá mas que algún que otro resoplido. Alguna parada para repostar y cambio de conductores (estas empresas lo tenían muy bien organizado, llegaban a la frontera en coche con conductores de refresco, recogían a los que venían de Madrid y los nuevos ya continuaban turnándose según legislación hasta los Alpes). Técnicamente era posible en las paradas bajar al servicio, aunque no muy recomendable. Por la noche no es posible contar si está todo el mundo.
Con el amanecer nadie se mueve, todo está en penumbra porque hay cortinas opacas que blindan de la luz todo el cubículo incluso por la parte delantera. Durante la noche se ha atravesado la frontera, avanzamos ya por Francia. Sin moverse de las literas comienzan conversaciones en voz baja hasta que llegue la primera parada en este pais, mas o menos a la altura de Montpellier. Mientras se desayuna los conductores recogen las literas. El viaje transcurre de nuevo sentados en una rutina que nos va a llevar por Valence, Orange, Grenoble hasta el punto de parada de Langón, donde se come y lugar de distribución ya hacia todas las estaciones de esquí de los Alpes del Norte.
Transcurrida la semana esquiando, el retorno se producirá en un esquema parecido partiendo a las nueve de la mañana del sábado santo con parada a lo largo del día para comer y montando literas tras pasar la frontera española. Casi todo el mundo va cansado del ejercicio realizado los días anteriores y se duerme a pierna suelta para llegar en esa situación al Bernabéu como a las seis de la mañana del domingo de resurrección. Nada de atascos, claro.
Va a ser a partir de 2011 cuando el cambio social y económico va a ir relegando este medio en favor del avión. En 2013 el viaje en autobús ya es residual y en 2014 todo el viaje se hará en avión y algún socio en coche. En definitiva fue un transporte adecuado a una época, con el que hemos disfrutado y del que guardamos un gran recuerdo.
Curiosamente, estos buses siguen existiendo. Aunque a raíz de la entrada en vigor de la obligación de llevar cinturón de seguridad en los vehículos nuevos no se dieron nuevas licencias (precisamente porque la litera no permite ese cinturón), los antiguos continúan circulando si bien ahora con escasa demanda porque a raíz del covid poca gente quiere ir en un espacio cerrado de 40 personas toda una noche…,
DESARROLLO DE LA SEMANA
Ya instalados se organiza la intendencia en cada apartamento. Aunque algo se ha traído desde Madrid, es el momento de visitar los supermercados Sherpa para contar con la materia prima para la consagración de mas de un gran chef que se produjo en estos viajes. Lo habitual es compartir cena tras un bocadillo en pistas al mediodía. De forma generalizada no se cena fuera aunque la tradición sí es hacerlo colectivamente un día, normalmente el jueves o el viernes. En los primeros tiempos el club lo organizó directamente, pero a medida que el número de participantes aumenta año tras año, la logística se va mostrando mas complicada incluso en cuanto a la propia capacidad de los restaurantes. Finalmente se dejará al criterio de los socios agruparse para compartir mantel con las famosas fondues, raclettes o pierrades, por criterios de afinidad o amistad.
Eso mismo ocurre con el desarrollo diario de la actividad deportiva. Hay diferentes niveles de esquí lo que es un primer factor de agrupación para recorrer las pistas. Se esquía en muchos grupos y eso se reflejará también en las fotos disponibles incluso para realizar esta web histórica.
Los mas noveles desean aprender y tomar clases. Desde un principio el club ofreció la posibilidad de recibir esa enseñanza con profesores participantes en el propio viaje, muchos de ellos titulados por la Escuela Española de Esquí, sobre todo para cubrir la carencia de la ESF por motivos de idioma. Pero la normativa de la Unión Europea no parecía incumbir al profesorado francés de la ESF que en numerosas ocasiones abordó a los grupos en pistas con amenazas de envío de la gendarmería y multas. Una curiosa forma de entender la libertad de ejercer la profesión en cualquier estado comunitario (que ellos si aprovechaban en España) bajo la excusa de una imposible “homologación”. Con los años este proteccionismo fue menguando y ellos también se pusieron las pilas integrando a profesorado hispanohablante lo que permitió a los cursillistas contratar allí sin riesgo de tirar el dinero.
Dentro de la intendencia de bienvenida preparada, se incluía un kit en el que se entregaba para cada apartamento un juego de fotocopias con ejercicios de estiramientos que Luis Miguel preparó partiendo de un antiguo libro suyo de gimnasia deportiva. De nuevo en el contexto de hace 30 años tampoco la cultura de la recuperación muscular posterior a la actividad de esquí era generalizada. También en algunos viajes se entregó una caja de cerillas de madera. Es conocida la utilidad del olor a madera quemada para disipar otro tipo de aromas en unos servicios minúsculos como los de los apartamentos franceses. No todo el mundo entendió la utilidad y mucho menos la broma que iba implícita en la marca de los fósforos….”Grandes Momentos…”. Tampoco cayeron en el olvido de la organización los cumpleaños que transcurrían durante la semana (obtenidos desde la base de datos de participantes) para sorpresa de los homenajeados que recibían a las ocho de la tarde la llamada en la puerta de su apartamento y se encontraban al abrir a Carlos y Luis Miguel con la tarta con las velas encendidas al son del “cumpleaños feliz”…todo por crear un buen ambiente.
Y desafortunadamente también por cuestión estadística se produjeron en el curso de los años algunos accidentes con un 2002 en Avoriaz especialmente aciago en el que hubo que lamentar cinco al endurecerse cada noche sistemáticamente las pistas por un tiempo espléndido y ausencia de precipitaciones. Riesgos en cualquier caso bien cubiertos porque el club siempre recomendó el seguro de Intermundial que cumplió a rajatabla con las cinco evacuaciones a España, una de ellas tras traslado en helicóptero al hospital de Evian para operación quirúrgica de fractura abierta de tibia y peroné.,
Aunque al día de hoy este tipo de viajes a los Alpes ha desaparecido en nuestro club, siempre guardaremos un grato recuerdo de los momentos que allí hemos vivido. Estas páginas tratan también revivir esos días con todos los amigos/as que nos acompañaron y disfrutaron en esos lugares lejanos de camaradería, deporte y amistad.
LAS ESTACIONES DE ESQUÍ DE LOS ALPES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
Sin ser unos expertos climáticos, la simple comparación de lo que nos hemos encontrado en los últimos años en relación con el momento en que empezamos a esquiar en los Alpes nos da una idea de la situación a la que se enfrentan estas estaciones de esquí en un proceso mucho mas rápido y cercano de lo que parecía posible hace poco. En España la situación es aun peor con estaciones mas bajas y mas meridionales. Aunque se ha escrito ya mucho sobre esto, aquí tenéis un artículo que describe con crudeza y datos la magnitud del problema. Las siguientes fotos obtenidas por nosotros ilustran lugares por los que esquiábamos hace poco y ahora casi no es posible