Seguridad y accidentes
LA PREOCUPACIÓN POR UNA MONTAÑA SEGURA
La práctica de deportes en la montaña es algo atractivo y gratificante que se desarrolla en un entorno espectacular y permite mantener una buena forma física y mental.
No obstante y al margen de aspectos como las baremaciones de dificultad, en un determinado recorrido o ascensión, la mera permanencia en el medio natural entraña un riesgo ligado a aspectos como la climatología, el agua, la nieve, el hielo, o lo escarpado de determinadas zonas.
De ahí la necesidad de que el practicante de este tipo de actividades interiorice que es preciso conocer y contar con una serie de elementos básicos de seguridad. Y los que las proponen u organizan, la obligación de realizar una política activa de prevención y -como se dice ahora- de gestión del riesgo. Porque no lo soluciona o es suficiente el contar con un seguro. De lo que se trata es de no tener que utilizarlo.
Desde los comienzos de Montañeros Madrileños es algo que está en la mente de los fundadores, aunque no es lo mismo cuando se tienen cien socios y un número de actividades limitado donde la percepción del concepto seguridad parte de la propia experiencia y se transmite a los demás de forma oral, que cuando los socios ya son miles y las actividades entre 250 y 300 cada año, con entre cuatro y cinco mil participantes. Eso es ya otro escenario.
Según se va produciendo el crecimiento del club las medidas de seguridad van a evolucionar de forma progresiva. Tras un tiempo de sistemas sencillos basados en el contestador del club se implantará como elemento de seguridad la telefonía móvil en 1996 casi en los momentos del comienzo del uso de este medio de una forma mas o menos asequible; en dos años mas se desdoblará ya en dos líneas diferentes. Anteriormente ya se utilizaban las radios portátiles de banda ancha tal y como se describe en la cronología de medios si bien eran recursos destinados sobre todo a prevenir o solucionar aspectos tal como un extravío fortuito en una actividad. En 2014 se adquirieron múltiples juegos de Walkies portátiles a disposición gratuita de socios y promotores de actividades.
En una determinada época también se utilizaron los antiguos sistemas de los clubs para las marchas organizadas. Desde los tiempos de la Federación Castellana de Montaña y en fechas muy posteriores, era habitual incorporar en el calendario federativo marchas preparadas por un club con asistencia libre de los socios de otros siempre que estuvieran federados. Lo que daba lugar a veces a participaciones masivas ya que a su vez algunos clubs amigos asistían con su propio autobús.
El sistema de organización, que permitía caminar de forma libre (sin aglomeración) y a la vez con una supervisión, era el de las denominadas “patrullas”. Es decir, un núcleo pequeño (de dos a cuatro personas) con salida escalonada que se apoyaban durante el recorrido cuidando mutuamente de su propia integridad. Contando con sus propios medios de orientación con el apoyo de las reproducciones de mapas y en su caso descripciones facilitados por el club organizador. Las patrullas debían pasar agrupadas por los denominados “controles” situados en puntos estratégicos a lo largo del recorrido y marcados en el plano, donde se identificaba que pasaran todos los componentes de la patrulla juntos y se registraba la hora. Finalmente, actuaba la denominada “patrulla escoba” de la organización llamada así porque iba “barriendo” y cerrando (no deja a nadie atrás) e iba engrosando su número de componentes con los miembros de los controles a los que recogía al «cerrarlos».
En caso de extravío era relativamente fácil identificar el último control por el que la patrulla pasó y ajustar su localización o búsqueda por las posibles zonas de desvío del recorrido. Un sistema sencillo, pero eficaz.
POLÍTICAS DE FORMACIÓN Y PREVENCIÓN
Aunque a lo largo de los años era habitual incluir recomendaciones de seguridad en cualquier soporte que llegara a los socios, especialmente por el hecho de que en un una entidad como la nuestra se realizaban mas actividades individuales que organizadas por el club, será a partir de 2004 cuando se sistematicen y se incluyan de forma constante en los programas de cursos y de otras actividades tal como el Trofeo de Invierno, que se inició en 2004, en una apuesta personal de Carlos García como forma de acercar y hacer accesibles este tipo de actividades al grueso de la masa social, ya que una parte de la misma sólo las realizaba puntualmente y no siempre con un conocimiento y dominio suficiente de las técnicas necesarias. Es decir, como incentivo a conseguir la formación para realizarlas con más solidez.
Han sido muchas las iniciativas puestas en marcha desde el club como complemento a la seguridad en la actividad invernal, especialmente en lo relativo a aspectos como los aludes y el esquí de montaña. Desde la adquisición de forma recurrente a lo largo de los años de material específico para ello (palas, sondas, arvas) hasta la realización de jornadas gratuitas sobre nivología y aludes y la difusión de material localizado de fuentes externas. Para la valoración de los niveles de dificultad en las actividades se ha tenido en cuenta herramientas como la propuesta del código VARN para escalada y utilizado otras como el MIDE para actividades de montañismo y senderismo, aunque de forma puntual, por las distintas percepciones sobre estos sistemas (el club ha utilizado durante toda su existencia un sistema de catalogación por estrellas al que se añaden si es preciso explicaciones sobre las circunstancias en base a las que se realiza una determinada baremación).
En paralelo se trata de dar cobertura a las personas que llegan al club con “conocimientos cero”. Es decir, les atrae el deporte en la montaña pero nunca lo han practicado. Desde su primer contacto con el club cuando reciben el correo de bienvenida se les adjunta un folleto relativo a la seguridad editado hace unos años por la Comunidad de Madrid.
JORNADAS GRATUITAS PARA NUEVOS SOCIOS
En el año 2006 se diseñaron las denominadas “Jornadas de incorporación al Club Alpino Madrileño” consistentes en unas charlas teórico-prácticas y una salida real sobre aspectos como el material, técnicas de actividad en la montaña, orientación, seguridad, y también sobre la filosofía del club. Los socios eran convocados por bloques de inscripción de cien en cien de los que normalmente estaban interesados un porcentaje sobre el 30% (porque muchas de las incorporaciones al club son ya personas con experiencia). Estas jornadas fueron impartidas por José Méndez como profesor titulado socio del club y fueron gratuitas para los participantes. El material utilizado para las demostraciones era cedido sin coste por Pepe Cuesta propietario de “La Tienda de la montaña” de la Corredera Baja, próxima al club y ya desaparecida.
Esta iniciativa tuvo una continuidad mejorada muchos años después con el denominado “Programa Bienvenida” promovido por Francisco García Gato, en lo que ha demostrado ser una de las iniciativas mas serias impulsadas desde el club en lo relativo a la formación y seguridad para nuevos practicantes de montaña. Francisco también ha promovido encuestas para conocer las estadísticas sobre accidentes de montaña para lo que se establecieron formularios en la antigua web donde también se crearon otros para establecer control y conocer en los casos de accidentes cubiertos por cualquiera de los seguros del club, las características de la atención real recibida y los posibles problemas en la misma. Desde el área de Comunicación se ha colaborado mediante el envío por correo electrónico de “Píldoras formativas”, con documentación de elaboración propia o difusión de material de terceros.
Por supuesto, y aunque eso se trata en el apartado dedicado a la Formación de esta web, en los cursos de cualquier especialidad ofrecidos desde el club es donde con mas claridad se transmite la seguridad en las actividades ya que son conceptos intrínsecamente unidos. Se han realizado también acciones formativas específicas sobre seguridad en colaboración con los grupos especializados en montaña de los cuerpos de seguridad y de organizaciones como Cruz Roja Española.,
EL COMITÉ DE SEGURIDAD COMO ÓRGANO CONSULTIVO
En el año 2005 surgen las primeras iniciativas para contar con un asesor o responsable de seguridad en el club, y tras la propuesta realizada por Carlos García en la reunión de junta del 20 de abril de 2009 comenzará a funcionar en 2010 una primera comisión formada por socios relevantes en la organización de actividades. Se sigue tratando de forma recurrente por la junta directiva la necesidad de contar con una comisión de seguridad bien estructurada con especialistas en las diversas facetas, que puedan colaborar en el diseño de una auténtica política de prevención basada en el conocimiento y experiencia. De esta forma en el año 2013, se constituirá formalmente la Comisión de Seguridad del Club Alpino Madrileño. Reformada en 2015, tendrá continuidad en 2016 como Comité de Seguridad (1).
Concebido como comité asesor independiente de la Junta Directiva, realiza recomendaciones que ésta valora poniendo en su caso los medios necesarios para su puesta en práctica.
Está compuesta por socios relevantes con experiencia y conocimientos en aspectos con relación directa con la prevención y los accidentes tal como la meteorología, jurisprudencia y legislación, lesiones y traumatología, enseñanza de montaña y otras.
Los participantes en su funcionamiento fueron Juan Guerra, José Luis Borraz, Ricardo Rodríguez Arozena, Pepe Méndez, Francisco García Gato a los que se unieron Carlos García (como responsable de organización y comunicación del club fin de garantizar la fluidez de intercambio de información con la estructura operativa del mismo y la puesta en marcha de las medidas propuestas y aprobadas por la junta directiva) y Juan Antonio Espadero como presidente del club, en su percepción que todas las políticas en esta materia debían entroncar directamente al máximo nivel. Quedó reflejada la conveniencia de completarse con un socio perteneciente a los cuerpos que participan en los rescates en montaña y también con un profesional de la psicología.
Tras una primera reunión física de presentación y esbozo de las líneas de actuación, la continuidad se garantizó por un sistema de correo electrónico de grupo organizado por Carlos García donde se discutían las propuestas de los propios miembros del comité mas las recibidas de los socios a través del buzón de seguridad del club (que luego gestionaría Santiago Sánchez Muñoz) y se planteaban a la junta directiva. Tras lo cual Carlos se encargaba de la articulación y puesta en marcha de las finalmente aprobadas
(1) La conversión de Comisión a Comité de seguridad se produjo tras una época de inoperancia derivada de la concepción inicial de su estructura con la figura de un responsable del que se esperaba fuera coordinador y animador. Se eligió y propuso a un destacado socio del club y profesor de la EMAM que aceptó pero que, -sin duda por sus muchas obligaciones-, nunca llegó a desempeñar sus funciones.
ACCIDENTES
Todo lo descrito anteriormente son medidas y procedimientos para la prevención de accidentes en la montaña. Pero desdichadamente y a pesar de todo, estos se producen.
Al margen de los acaecidos a socios en sus actividades particulares y de las lesiones de menor importancia, el club en toda su historia sólo ha tenido que sufrir dos accidentes con fallecimientos en las actividades propias. Uno se produjo en el verano de 1995 en la Punta Alta (Pirineo oriental) y un segundo más reciente en la cara Norte del pico Cabezas de Hierro en febrero del año 2009. En ambos se dio la circunstancia de que se produjeron fuera del que podríamos denominar recorrido oficial ya que debido a las circunstancias de horario en el primer caso y de condiciones de presencia de hielo en el segundo los coordinadores de la actividad habían suprimido o desviado el trayecto. No nos extendemos por tratarse de circunstancias dolorosas para los familiares de las víctimas y el club.
Si es de destacar, y tal como nos han comentado a veces algunos socios, que dada la cifra de actividades que aparecen en los calendarios del club y participantes en las mismas el número de accidentes de este tipo es extremadamente bajo en relación con lo que la aplicación de una mera estadística indicaría (aunque lo óptimo sería que no se produjera ninguno). Ello es algo que se achaca a la política activa de prevención, formación y cautela ante circunstancias adversas que se ha gestionado desde el club y que se contempla retrospectivamente como correcta. Aunque no todos los socios entiendan cuando por ejemplo se suspende una actividad por circunstancias climatológicas.
Queremos añadir que aunque son muchos los factores que intervienen en un accidente, hay uno relevante que nos ha llamado en muchas ocasiones la atención, y es el exceso de confianza de personas que progresan muy rápidamente en las actividades y la técnica de montaña. Esa rapidez en la que cada vez completan metas mayores puede llevar a un cierto espejismo y a querer quemar etapas asumiendo mayores riesgos de los razonables para acortar plazos, a fin de realizar actividades de mayor nivel. Es preciso recordar que en la práctica de los deportes de montaña no son aspectos menores la sensatez y muy especialmente la experiencia. Se anda con los pies, se escala con las manos, pero la que los debe dirigir siempre es la cabeza.
No quisiéramos concluir este apartado sin una observación: Con frecuencia y sobre todo cuando se habla de estadísticas de siniestralidad relativas a los seguros, se indica que son los senderistas los que tienen mas accidentes. Esta es una información sesgada y normalmente interesada, para justificar aspecto tales como los incrementos de primas en los seguros y otros. Ya que no se toma en consideración el porcentaje de accidentados en relación con el número de practicantes. Es lógico que haya mas accidentes entre senderistas que entre escaladores o esquiadores de montaña. Es simplemente porque el número de senderistas multiplica exponencialmente al resto…por lo que tendrá que haber en cifras absolutas más accidentes, claro. Es como si dijéramos que en la estación de Baqueira es mas peligrosa porque hay más accidentados…que en Valdesquí.
En la actualidad hay muchos mas medios técnicos para realizar la actividad y acelerar la asistencia en caso de accidentes tal como los GPS convencionales, la telefonía móvil con la geolocalización con sus coordenadas, aplicaciones como wikiloc con miles de recorridos marcados y otras muchas APP.
En el caso de la seguridad y por su importancia nos hemos permitido realizar una página anexa con las que nos han parecido las mejores iniciativas en la actualidad en este campo y que seguiremos completando y actualizando en el futuro.