La Sociedad Deportiva Excursionista
BREVE SEMBLANZA
La Sociedad Deportiva Excursionista se fundó en 1913 inmediatamente después de la Sociedad Peñalara y el Club Alpino Español.
Sus primeros socios estuvieron entre los pioneros del montañismo y el esquí en Guadarrama aunque no compete a esta página remitirnos a su historia mas que en la parte referente a la relación con el Club Alpino Popular.
A finales de los años 70, la presidenta era Carmen de Miera y de Fenollera, como le gustaba llamarse (estaba casada con Juan Antonio Fenollera, cartógrafo militar que había realizado muchos de los planos de cuerdas de la zona centro que se usaban antiguamente en el ámbito montañero).
La Sociedad Deportiva Excursionista contaba con un histórico albergue en el Puerto de Navacerrada que fue derribado para levantar en 1973 otro más moderno. El proyecto -con sus dudas y no sin ciertas tensiones- fue apoyado por la directiva de la época en la que estaba José María Jareño, una excelente persona a la que, al ser directivo bancario, le fue encargado gestionar fondos vía préstamo para el proyecto. Al final se levantó una construcción moderna con mas comodidades pero sin el encanto del viejo albergue.
En 1982 la Deportiva pasaba por una situación delicada. Atender las cuotas del préstamo y el propio mantenimiento del albergue exigía un cuantioso esfuerzo económico en un momento en el que el cambio producido en la sociedad relegaba el uso de los albergues de los clubs en Navacerrada y se comenzaba a perder el interés por su uso. La construcción había supuesto enormes gastos (a El Corte Inglés hubo que pagarle los enseres que había suministrado mediante cesión de habitaciones para el disfrute por parte de los empleados de los grandes almacenes) y también el pago de una serie de derramas por parte de los socios; estos iban disminuyendo mientras que las derramas seguían aumentando. En paralelo hubo que trasladar su histórica sede de la calle Espoz y Mina de Madrid a una pequeña oficinita en un piso de la calle Montera.,
LA RELACIÓN CON EL CLUB ALPINO POPULAR
Desde el club conocimos a Carmen de Miera a raíz de celebrar en el albergue algún acto del Club Alpino Popular. Se fue creando un buen ambiente en base al cual se gestionó el cederles sin coste el rocódromo artificial que se había instalado por la Federación Española de Montañismo por primera vez en Juvenalia (por donde pasaron miles y miles de chavales) en Madrid dentro de la política de la nueva junta directiva de que la Federación saliera a la calle. El rocódromo (que en realidad tras Juvenalia se iba a desmontar y tirar) acabó instalado en el gimnasio de la Deportiva Excursionista.
Se estableció pronto una mutua confianza, por lo que en algún momento nos permitimos aconsejarle que la solución no vendría por aumentar las derramas, lo que sin duda podría acarrear una pérdida acelerada de socios, sino mas bien en crecer en masa social creando un entramado de actividades que hiciera al club atractivo. Es decir, no subir las cuotas sino bajarlas. Pero no disponían de alguien que tuviera ánimo y capacidad para realizar una acción así dentro del club.
Por la necesidad de ingresos permitieron que el albergue fuera utilizado por personas no socias y Carmen de Miera propuso que los socios del Club Alpino Popular que eran casi un millar pudieran disfrutarlo en las mismas condiciones que los de la Deportiva mediante un pago único de 500.000 pesetas. Fue un brindis al sol y la propuesta no se aceptó. Lo que se aprobó en el Popular fue indicar a sus socios que podían utilizar el chalet de la SDE en las mismas condiciones que los socios de la misma….y simplemente se subvencionó la diferencia, que era de unas 30 pesetas por pernocta. Al final del primer año el resultado es que el Club Alpino Popular no llegó a soportar ni siquiera 10.000 pesetas por este concepto, lo que da una idea de hasta donde llegaba el escaso interés por alojarse en la sierra cuando la ciudad ya estaba a una hora en coche y casi todo el mundo comenzaba a tener vehículo propio.
En ese contexto se produjo la incorporación de la SDE al proyecto de Montañeros Madrileños ,y funcionó de forma satisfactoria hasta 1984, preparando las actividades que le correspondían y con una participación suficiente de sus socios en los autobuses que se fletaban.,
EL DESENLACE FINAL
Pero tras dos años la sociedad no pudo soportar mas su situación económica. Se dejó de pagar el préstamo, en la oficina de la calle Montera acabaron con todo los enseres embargados y lo mismo ocurrió con el albergue.
En 1987, en el último momento acudirá al rescate la Comunidad de Madrid liquidando el préstamo y asumiendo la propiedad del albergue, que al poco cerró. Tras años de abandono, fue derruido en 2003.
Con Juan Antonio Fenollera ya jubilado, él y Carmen de Miera se fueron a vivir a Baños de Montemayor quedando como presidente un histórico de la Deportiva, Fernando Albert “Chavo” que a pesar de tratarse de una persona competente no contaba con los mimbres necesarios para poder volver a poner en pie el club en un contexto como el descrito. Algunos de los socios se repartieron entre otros clubes y la mayoría directamente no fue a ninguno.
Años mas tarde, ya como Montañeros Madrileños en una reunión en la sede del Club Alpino Español se tuvo conocimiento de que el patrimonio material y archivos de la SDE habían ido a parar a esta entidad, aunque desconocemos que fue de ellos tras la debacle del CAE con sus propios albergues.,