Las actividades

ACTIVIDADES PARA LOS SOCIOS

Tras fundarse Montañeros Madrileños en Noviembre de 1990, va a ser a partir del uno de enero de 1991 cuando comienza uno de los aspectos que dan sentido a la vida de un club de montaña: la organización y promoción de actividades.

Y para ello es preciso saber que la puesta a disposición de los socios de un abanico de posibilidades de actividad no es uno de los pilares básicos de la fundación. Porque -aunque muchos no lo conozcan e incluso les pueda extrañar-, el diseño en años anteriores de lo que sería el futuro club ha partido de la propia filosofía y experiencia de Luis Miguel Tordesillas y Carlos García, que se integran en la inmensa mayoría de montañeros y montañeras que hacen su actividad por su cuenta o con un grupo muy reducido de amistades, y que en su mayor parte no conocen los clubs ni se han planteado nunca pertenecer a uno. Y el proyecto de un gran club-paraguas en Madrid donde todo el mundo encaje, mira especialmente a este colectivo al que desea aportar una oferta de formación, información y servicios comunes tal como por ejemplo los seguros. Para que cada cual realice sus actividades a su aire, tal como le guste. Con el soporte del club.

LA INFRAESTRUCTURA

Por lo tanto las actividades no son un fin. Pero haberlas…” haylas” como se suele decir. Las primeras propuestas serán de montañismo, claro (en 1991 casi ni se hablaba de senderismo, fue un concepto posterior) en todas sus facetas de dificultad, estivales o invernales con esquís o sin ellos. Aunque rápidamente se va a emprender la organización de otros clásicos tal como los viajes de esquí alpino y algo más tarde aquellas preparadas para grupos con necesidades específicas tal como las familias con niños. Muchos años después llegará a la preparación corporativa de otro tipo de propuestas tal como la bicicleta de montaña, la escalada y otras minoritarias; por supuesto que se ya practican, pero sobre todo de forma individual. De la parte formativa también se habla en otro apartado de esta web.

Al principio es sencillo. El primer año las actividades son pocas y su desarrollo es fácil. Los fundadores van juntos y se encargan de su preparación y despliegue. Pero llega el segundo año, el tercero… las propuestas van creciendo; primero fue una al mes, luego cada quince días, después semanal… y finalmente se van desdoblando de una forma imparable. Ese es el tal vez el momento más arduo, porque para atenderlas adecuadamente los fundadores ya no podrán compartir tantas salidas y deben acompañar cada uno una actividad. No es capricho ni el deseo de hacerlo todo; en aquel momento con pocos socios, no todo el mundo está dispuesto a participar en la organización. Luego sí que llegarán otros colaboradores que finalmente evolucionarán hacia la figura de los proponentes de actividades existente en la actualidad.

EL TRANSPORTE

Uno de los componentes innovadores del proyecto de Montañeros Madrileños está en lo relativo al transporte a los lugares donde se va a desarrollar físicamente el recorrido. Los clubs clásicos no saben organizar actividades sin autobús y el modelo de Montañeros es distinto. Pequeños grupos que se van conociendo y disfrutan y se desplazan en sus vehículos particulares en los que comparten gastos. Cuando se habla hoy en día de la economía colaborativa hay a quién sin duda le gustará conocer que desde el club se puso en marcha hace mas de treinta años.

El transporte colectivo también se utiliza cuando es viable, los socios más antiguos recordarán la famosa cita “en el primer vagón” del tren que salía de Chamartín hacia Cercedilla a las ocho de la mañana y donde en cada estación se subía alguien del club hasta llenarlo.

TRAVESÍAS, CONTROL Y SEGURIDAD

El recorrido a realizar no tiene porqué ser de ida y vuelta. La posibilidad de travesías que comienzan en un lugar y concluyen en otro es uno de los argumentos de los defensores de la actividad en autobús. Sin embargo, el contar con varios vehículos permite en bastantes casos ir a dejar uno al final del recorrido para que retornen los conductores a por los coches. Cuando no es posible, a veces se utilizarán al principio alternativas algo mas pintorescas como hacer autostop para transportar a uno o varios de los conductores con alguna estratagema, tal como hacerlo enseñando a la vez las llaves de un coche. Todo el mundo para…aunque sea por pura curiosidad. Y una vez que para, no se niega cuando se le indica que son sólo unos pocos kilómetros para recoger un coche Cosas de otros tiempos…

Y en el momento de realizar la caminata o ascensión -aunque muchos no lo sepan- todo va bastante controlado. Sin la parafernalia de las marchas organizadas con controles, hay sin embargo alguien que va con el grupo de inicio de la ruta y un último que controla que no quede al final nadie rezagado; y otros socios que colaboran a este fin con el tradicional espíritu montañero de colectivo. Se recuenta cada poco tiempo (en realidad los grupos son pequeños) y se va a ir invirtiendo con el tiempo en seguridad en las comunicaciones, según avanzan las tecnologías.

LOS NUEVOS SON BIEN RECIBIDOS

También existe una estrategia de integración hacia los nuevos que se incorporan a las actividades del club que no es espontanea; su desarrollo está trazado de antemano. Desde el primer momento se les aborda al comenzar a andar, se charla, se conoce sus inquietudes, se atiende a sus dudas y preguntas.

Resulta que en cada actividad al inicio llegaba a haber quince personas que no se conocían … y cuando finaliza todos hablan alegremente con todos. Se ha disfrutado y adquirido experiencia en la montaña, pero muy especialmente se va trenzando un cúmulo de relaciones personales que formarán el tejido asociativo del club. Luego tal vez pasen meses hasta que se vuelvan a ver en otra actividad. Cuando lo hagan, les dará alegría encontrarse de nuevo. Y a la semana siguiente, vuelta a empezar. Llegarán distintos socios con los que el proceso se repetirá una y otra vez.

LO QUE HAY DETRÁS DE CADA ACTIVIDAD

Para que todo esto funcione es preciso también un trabajo de planificación y de oficina. No es un problema para Luis Miguel y Carlos que ya cuentan con el bagaje de la experiencia organizativa que adquirieron en el Club Alpino Popular aunque aquí es distinto. No hay empleados ni local abierto al público. Tampoco es necesario. Montañeros Madrileños llegará al millar de asociados funcionando sólo con el piso-local de la Carretera de Boadilla del Monte que Luis Miguel Tordesillas cedió durante quince años sin cobrar por ello.

Básicamente el programa de actividades se confecciona con sus propias aportaciones y las que los socios van realizando directamente en las salidas, de las que se toma nota. A muchos de los lugares no se ha ido nunca, se localizará información por las vías posibles (recordemos…no hay internet, no hay móviles…ni por supuesto wikiloc ni nada por el estilo. Solo folletos, libros y revistas). El calendario de Montañeros nunca fue anual, que era la práctica generalizada de los clubs en aquel momento, sino mensual por ser mucho mas dinámico y permitir incluir y retirar actividades según las circunstancias. Luego las inscripciones se recibirán por teléfono en el contestador y las citas se darán por la misma vía.

El funcionamiento era el siguiente: Luis Miguel y Carlos quedan todas las semanas en ese local de Campamento. A partir de la hora tope de inscripción, que será a las ocho de la tarde, se conecta la audición de los mensajes en el contestador físico de cinta (ni siquiera existen los contestadores electrónicos de telefónica, tampoco hay otras compañías, eso será posterior) y se va tomando nota de todas las inscripciones, que se van agrupando por cada actividad. De seguido, se calcula el número de coches necesarios, se adjudican, y se procede a devolver las llamadas dando el punto de cita y la hora. Para cualquier incidencia posterior…al contestador, que también se interrogará en remoto hasta el momento de salir de casa para dirigirse a la actividad. Así se organizaron también propuestas de asistencia elevada tal como los viajes de esquí y los trekking y viajes de montaña.

LA INFORMATIZACIÓN - LOS INVITADOS

Esta labor la realizaron durante quince años (a partir de 2003 las citas se darían ya por email) hasta el 2004, fecha en que al abrirse a los socios el local de la calle Barco y contratarse personal fijo se asumió desde allí el quehacer. Manteniéndose no obstante el contestador en la Ctra. de Boadilla hasta Julio de 2011, cuando se sustituyó por el primer sistema de citas mecanizadas por internet en la aplicación de Joomla, realizada por Juan Manuel Menéndez, que posteriormente evolucionará a una aplicación propia contratada a un consulting informático.

Las actividades, que siempre son gratuitas, (salvo lo derivado de servicios tal como buses, alojamientos etc.) se preparan sólo para los socios y socias. Aun entendiendo la figura de los que les gusta ir acá y allá, desde el club se trabaja sólo para los suyos, para los que lo mantienen y apoyan con una cuota anual por exigua que esta sea. Y eso apoya de forma efectiva la afiliación, porque tanto las actividades que se van programando, que son atractivas y la calidad organizativa, van adquiriendo fama. Como excepción, durante un tiempo se permitió asistir por una sola vez para probar y también en los casos en que se han fletado autobuses aunque siempre con determinados requisitos.

Por último, hay que indicar que desde el día uno se llevó un registro informático de la participación en actividades y coincidiendo con el final de cada año se remitía a cada socio o grupo familiar el listado impreso de las que habían realizado. Con el tiempo también se puso accesible en la web.

LOS PROPONENTES

Cuando se incrementa el número de actividades van apareciendo colaboradores. No se obliga a nadie, ni siquiera se les sugiere. Son iniciativas personales que van configurando la fuerte personalidad cooperativa del club. Socios que conocen o desean ir a determinados lugares y quieren compartirlo con otros socios. Ven que otros preparan y ya se sienten motivados para también hacerlo ellos…e incluso en cierta forma, incómodos si no lo hacen. Por supuesto, de forma altruista y sin percibir nada en manera alguna (se establecieron controles para evitar que se realicen actividades lucrativas). Los socios y socias que preparan actividades suelen documentarse y realizar explicaciones a sus compañeros durante el desarrollo de las mismas.

Finalmente, con el paso de los años, se institucionalizará en alguna medida esta figura bajo el nombre de “proponentes de actividades” sin que ello suponga ningún privilegio ni prerrogativa especial. Tan solo el reconocimiento del resto de los socios y socias. Y desde el club se les proporciona todo el soporte necesario, inscripciones, reservas, cobros citas y cualquier otro aspecto necesario. Con todo, hay que tener en cuenta algo que repetidamente se indica en cada actividad del club:

“…ésta es propuesta de un socio a la cual se suman para su realización todos aquellos socios que deseen realizarla, haciéndolo bajo la personal y plena responsabilidad de cada uno de los participantes… de acuerdo con nuestra filosofía de Club Deportivo sin ánimo de lucro que tiene como objetivo principal el fomento de las actividades y deportes de montaña, no asume el Club ninguna responsabilidad sobre el desarrollo de la actividad y los incidentes que puedan surgir durante el mismo, tampoco lo hace el proponente que se limita a realizar la propuesta a la que se suman otros socios para compartir la actividad. No existe guía de montaña a cargo de la actividad, ni presta el Club el servicio de guía, ni se percibe cantidad alguna por tal concepto…”

En el año 2001 se recibió desde la Comunidad de Madrid la notificación de una denuncia por “intrusismo” por parte de una asociación de agencias de lo que empezaba a denominarse “turismo activo”. Conocimos que aparte de Montañeros Madrileños, habían sido también denunciados el grupo de Montaña del CSIC, el antiguo Club Alpino Madrileño y el club Rutas.

Efectivamente recibimos en el local de la Carretera de Boadilla del Monte la visita de la inspección que, tras examinar la documentación aportada y las informaciones verbales que les transmitimos, concluyó con un informe favorable y la resolución positiva del expediente, que fue archivado.

En réplica, y sospechando quien estaba detrás de la denuncia, determinados negocios disfrazados como clubs y como tal dados de alta en la Federación Madrileña de Montaña, se realizó una investigación solicitando copias de sus estatutos a la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid ante la que se expuso interés legítimo. Tras el examen legal de los mismos, se concluyó una manifiesta impostura al darse de alta como entidades no lucrativas y con toda seguridad con implicaciones fiscales. Siendo ilegal también -al menos en aquel momento- de acuerdo con la normativa, la actividad de expedición de tarjetas de federado que realizaban. Se elaboró un dossier, que quedó preparado. Si bien nunca fue preciso iniciar acciones legales porque tampoco se volvió a conocer denuncia alguna.

601 Presentacion actividades