En esta página solo se hace referencia a las realizadas los primeros años (hasta 2002) con el fin de transmitir la idea que las sustenta. Que es iniciar a los niños en las actividades de montaña y sus valores en un marco divertido pero también formativo. De ahí que siempre que fue posible se combinó la parte puramente deportiva con un aprendizaje de algún tipo tal como visitas a granjas ecológicas, almazaras de aceite, talleres formativos, excavaciones, visitas de naturaleza guiadas etc.

El esquema de planificación de cada año consistía en realizar a finales del anterior (a veces coincidiendo con la asamblea anual), una reunión con aquellos padres y madres dispuestos a organizar actividades. De ahí saldrá un planning con el nombre de cada actividad, la fecha de realización y la familia responsable que valdrá de base para la publicación mensual de las mismas en el programa del club y completadas posteriormente con otras reuniones periódicas. En principio todas las actividades van a ser de montaña aunque años después aparecerán otras muchas: esquí con niños, bicicleta, trekking y viajes de montaña en el extranjero y también el encuadramiento en trofeos. Pero no es la intención el tratar de ellos en esta web sino sólo del espíritu y filosofía que animó su fundación.

Aunque se funciona de forma cooperativa, siempre hay un/a responsable del área (ver mas abajo) que más que en cualquier otro caso es fundamentalmente un coordinador. En este tipo de actividad también queda patente cual es el momento del relevo porque claro…la chavalería crece y no tendría sentido un responsable sin hijos en el tramo de edades en que se desarrollan las actividades. Hay que destacar que siempre el relevo se realizó de forma fluida.

No sería conveniente terminar esta exposición sin hacer referencia a las actividades de escalada para niños. En los últimos años se han promovido en algunos clubs y también en el nuestro se recibieron consultas de socios. Los fundadores de Montañeros Madrileños y que dirigieron el club durante muchos años siempre consideraron las actividades de riesgo elevado como una opción exclusivamente personal a realizar a partir de la mayoría de edad y en su caso, bajo la responsabilidad de los padres. Por ese motivo nunca se recomendaron ni promovieron actividades de escalada, descenso de cañones y similares orientadas hacia los niños.