1974 - DESCUBRIENDO SIERRA NEVADA
En 1974 el primer alojamiento para los cursillos del Club de Esquí Popularban fue el antiguo Albergue de Educación y Descanso, una pequeña casita ubicada a la entrada de la estación de esquí y desde la que había que desplazarse a Pradollano, lugar de salida de los remontes con los propios medios.
Este albergue conocido originariamente como “Las Sabinas”, se construyó en 1929 como alojamiento de los trabajadores que construyeron la carretera a Sierra Nevada. Muy dañado tras la guerra civil, se recuperó en 1943 para utilizarlo como residencia de EyD. Contaba con unas 60 plazas en habitaciones con literas.
Se trataba de un sitio acogedor pero llevado con mano de hierro por un jefe de albergue que trataba de ser una especie de padre para los residentes. Cenaba diariamente con todos los alojados y en el comedor nadie podía mover un tenedor hasta que -puntualmente a las 20,30 horas- llegara, se sentara en su mesa, y deseara buen provecho. Hay que contextualizar la época y la situación ya que EyD dependía del entramado de la organización sindical del movimiento. Con excelentes momentos pasados allí, y también con momentos de encierro con fortísimas ventiscas sin poder salir y con temperaturas de -15. Al fin y al cabo, Sierra Nevada es una de las tres zonas de España consideradas como alta montaña. En uno de esos episodios hubo que realizar una salida a la desesperada para rescatar a una pareja de escoceses despistados que, sin ropa ni equipamiento alguno, que se quedaron tirados con su escarabajo amarillo en una cuneta a unos doscientos metros del albergue, donde se quedaron alojados…a la fuerza.
LOS REMONTES
En Sierra Nevada existía en aquel momento el telecabina de acceso desde la plaza de Pradollano a Borreguiles inaugurado en 1969 (a menudo cerrado por el viento, siendo necesario entonces acceder cuando era posible por el telesilla Monachil) y un segundo telecabina que partiendo de Borreguiles llegaba hasta la propia cima del Veleta, donde, en los días de mejor tiempo, tras unos pocos pasos de ascenso a un mirador era posible ver las cumbres del Atlas en Marruecos.
Las cabinas, de dos personas y pintadas alternativamente de los colores vivos del parchís, tenían un curioso mecanismo con una especie de pincho en la parte superior, que permitía abrir las puertas durante el trayecto para respirar algo más…algo un poco irresponsable e impensable con las medidas de seguridad de hoy en día.
Tampoco existía el remonte que retorna a los esquiadores desde la laguna de las Yeguas hasta la loma de Dílar, si bien era posible descender por la estupenda zona de esquí hasta el fondo del valle, contratando unos Land Rover que tras recoger a los esquiadores al final de una pista forestal y dar una vuelta de unos 80 km. retornaba a la estación.,
1977 Y POSTERIORES. NUEVOS CURSILLISTAS
Entre los profesores de la Escuela Española de Esquí que se contrató para los cursos destacaba Chico Santisteban. Un muchacho inquieto y -todo hay que decirlo, un poco loco- que transmitía su ímpetu y establecía a diario una rampa de saltos en una de las pilonas del telecabina de Borreguiles. Con él se bajaba a toda velocidad desde la misma punta del Veleta hasta Pradollano en unos 8 minutos y -entre las hazañas derivadas de su forma de llevar los cursos- en una ocasión, en una zona lateral con talud y sin visibilidad posterior de la pista del Veleta, saltamos por encima de otro cursillo completo que se había sentado para descansar un momento. En su afición a los saltos tuvo un grave accidente que le afectó con una lesión de la columna vertebral, de la que afortunadamente se recuperó. Otros profesores fueron Pedro Antonio Ortega «El ardilla» que realizaba la temporada de invierno en Sierra Nevada y la de verano en Bariloche (Argentina) y que luego abriría un camping en Arenas de Cabrales . También un chileno llamado René; junto a otros que procedían de la Escuela de esquí de Cotos.
El segundo año de viaje a Sierra Nevada ya fueron muchos los nuevos cursillistas. Se fueron incorporando Mercedes Pérez Zúñiga y sus hermanos, Julio Hernando, Francisco Roales, Fernando García de Alcaraz, Miguel Angel Santiuste, Manuel Marín …y muchos otros. Y bastantes mas en años posteriores.
Luis Miguel y Carlos establecieron la costumbre durante varios años de tomar dos semanas de sus vacaciones y estar ese tiempo a base de esquí, cuchillo y tenedor en Sierra Nevada. Sobre finales de Febrero y primeros de marzo. Una auténtica cura de descanso. Como los fines de semana era notoria la afluencia de esquiadores, mayoritariamente granadinos se convirtió en costumbre pasar el domingo en Granada y aprovechar para visitar la Alhambra y otros monumentos.,
CIERRA EL PRIMITIVO ALBERGUE. EL HOTEL NEVASUR
La existencia del Parador Nacional en la zona alta de la estación era un aliciente mas en estos viajes ya que -por su propia normativa- siempre ha sido posible utilizar sus salones con uso del servicio de cafetería. Sus confortables sillones y gran chimenea hicieron pasar también muy buenos momentos a última hora de la tarde, tomando unas cervezas antes de cenar.
A partir del momento en que se abrió la nueva residencia de EyD (un gran edificio ubicado en la carretera del Parador, por encima de Pradollano) hoy transferida a la Junta de Andalucía, el antiguo albergue fue asumido en arrendamiento por la familia de Chico Santisteban que lo gestionó unos cuantos años hasta que al final revirtió de nuevo al Ministerio de Defensa, siendo hoy un refugio militar y centro de formación de los Grupos de Operaciones Especiales. El club se alojó a partir de entonces en el Hotel Nevasur, con muy buenas instalaciones, buena cocina y precios en pensión completa muy aceptables.