A partir de ahí se produce una reflexión de tipo sociológico. Es algo conocido que en este país en el que vivimos no está tan consolidada como debería la conciencia de pertenencia como conjunto a un colectivo común, en el que se tiene un lugar y donde se aporta para fortalecer y hacer grande para todos; tiene predicamento aquel dicho de que “es preferible ser cabeza de ratón que cola de león” nada exento de la sorna de la sabiduría popular. Teniendo en cuenta que Montañeros Madrileños (luego Club Alpino Madrileño) se ha creado para sumar y no para disgregar, finalmente se llega a la conclusión de cuando vaya siendo posible, en el futuro se continúen realizando actos promocionales que refuercen la masa social, pero sin crear estructuras paralelas innecesarias y sin que ello sea obstáculo para que los socios/as residentes en una misma población tomen cuantas iniciativas deseen en cuanto a promover, proponer y participar en conjunto.

En cartera quedan en ese momento las poblaciones de Las Rozas y Pozuelo de Alarcón, ambas con cifras cercanas al centenar de asociados. Si bien, en esta última la situación es distinta puesto que con un club de esa ciudad se produjo la primera experiencia para vincular otros grupos al proyecto común.

Para las poblaciones con mas socios se diseñaron logos específicos para utilizar en la confección de parches termoadhesivos y etiquetas textiles que identifiquen a los grupos locales y el orgullo de la pertenencia a los mismos.

Como consecuencia de la elevada presencia en Tres Cantos durante varios años se colaboró en la Semana de la Montaña que se organizaba en esa población mediante proyecciones y una salida de montaña organizada desde el club.