Actividades históricas Mountain Wilderness: La primera limpieza de La Pedriza. 1992
Tras la fundación y primera asamblea de Mountain Wilderness, el foco se pone rápido en empezar la labor para la que se ha creado.
“Alpinistas de todo el mundo en defensa de la Montaña” …esa es la máxima de Mountain Wilderness y la actividad de la Pedriza por lo tanto está concebida para que los practicantes de montaña se dirijan a las zonas lejanas de La Pedriza, a las que sólo acceden los deportistas preparados (que hace treinta años son muchos menos que ahora). Por lo tanto serán quince grupos los que a las 9 de la mañana van a partir de Canto Cochino, donde se ha establecido la base, hacia los cuatro puntos cardinales de La Pedriza. Incluso hasta los lugares mas remotos, equipados de grandes y resistentes sacos de basura y guantes.
Montañeros Madrileños se encarga de la secretaría de la actividad y por lo tanto de la organización in-situ, con la coordinacion y avituallamiento de los voluntarios, y de la regulación de la salida de los grupos para dirigirlos a las zonas seleccionadas.
Desde primera hora, el éxito de la operación nos deja perplejos. A las ocho y media decenas de montañeros y montañeras algunos con sus hijos ya están esperando. Otros que llegan y no sabían nada (pongámonos en contexto…1992…sin móviles, internet. Solo tv radio y prensa) deciden dedicar su actividad de ese día a colaborar. Todo el mundo es bienvenido. Y a los menos madrugadores, que llegan a pasar el día y también quieren hacer algo, se les encomiendan tareas mas fáciles, la limpieza de las zonas bajas accesibles.
El número de participantes según los medios superó las 500 personas. En este momento hay que reflexionar sobre la importancia de esos medios de comunicación. Domingo Pliego, con su habitual minuciosidad, había preparado un detallado dossier de prensa que envió en días anteriores, pero el auténtico detonante fue la noticia que -aunque pintoresca, hablaba de una “batida”-, publicó el viernes 19 de junio el diario EL PAIS y que tocó la fibra a muchas personas que empiezan a sensibilizarse con la problemática medioambiental.
A las tres de la tarde comienzan a retornar los expedicionarios arrastrando grandes sacos. Y literalmente …es que viene de todo. Algunas cosas como un somier nadie se explica como han podido llegar a los riscos de las zonas altas. Luis Alberto Durand relata perfectamente el desarrollo y las emociones de ese día en el artículo publicado también en EL PAIS el lunes 22, y que también transcribimos.
Un buen y esperanzador comienzo para Mountain Wilderness. Como indicaba recientemente Carlos Jarque, presidente durante muchos años de MW-AGG: “…El mensaje ecologista va calando poco a poco, es como la lluvia fina, tenaz, persistente, a veces imperceptible, pero constante en el tiempo…”
EL PAÍS
Madrid – 19 JUN 1992 -00:00 CEST
Unos montañeros limpiarán el domingo La Pedriza
El próximo domingo, los grupos de montaña de la zona centro realizarán la limpieza de las partes menos accesibles de La Pedriza, áreas donde no pueden llegar normalmente los servicios del Ayuntamiento de Manzanares el Real. La expedición, organizada a iniciativa de Mountain Wilderness de Ayllón, Guadarrama y Gredos, partirá del aparcamiento de vehículos de Cantocochino hacia las nueve de la mañana y contará con ayudas del municipio, los gestores del parque de La Pedriza, la Agencia del Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, la Federación Española de Montaña, los numerosos grupos montañeros de la región y varias firmas comerciales.
Guantes y helicópteros
La propuesta de la asociación de Ayllón, Guadarrama y Gredos, grupo integrado en la internacional Mountain Wilderness, cuyo inicial objetivo fue la atención especial al Himalaya, intenta reparar los efectos producidos por la gran cantidad de desperdicios y objetos contaminantes que cubren parte de una de las montañas más emblemáticas de la región madrileña. Para ello han sido convocadas instituciones, montañeros y excursionistas. Irán equipados con material cedido por el Ayuntamiento (utensilios de limpieza, bolsas, guantes biodegradables) y con vestimenta proporcionada por casas comerciales en la que se señala que es la primera campaña de limpieza de La Pedriza, con el fin de concienciar a los visitantes de la labor que intentan realizar. La Agencia de Medio Ambiente aportará también vehículos para el transporte de la basura. Los organizadores están haciendo gestiones con la Base de Helicópteros de Colmenar Viejo o Icona para intentar el concurso de algún aparato que pueda transportar los restos de la techumbre del refugio que una tormenta derribó hace algún tiempo. Su peso y su tamaño hacen imposible que los montañeros y excursionistas la puedan retirar el domingo.
A la batida han sido invitadas personalidades e instituciones de las provincias y comunidades de la zona centro peninsular.
EL PAÍS
Madrid – 22 JUN 1992 – 00:00 CEST LUIS FERNANDO DURÁN
500 voluntarios recogen 2.000 kg. de basura en la sierra de la Pedriza
La sierra de la Pedriza brilla más desde ayer gracias al esfuerzo de 500 voluntarios que durante todo el día recogieron 2.000 kilos de basuras acumuladas en los últimos años en los riscos y puntos más altos de este emblemático paraje de montaña madrileño. A él se llega por la carretera de Colmenar Viejo, con el desvío hacia Manzanares del Real. Al atravesar este pueblo se inicia el camino de acceso al parque.Los voluntarios, con una inmensa bolsa a cuestas, se dividieron estratégicamente en grupos y asearon aquellas zonas a las que no llegan normalmente los escasos servicios de limpieza destinados al parque regional del Manzanares.
Con esta operación, promovida por la Asociación Internacional Mountain Wilderness, los montañeros abren una campaña para impedir el paso de vehículos a este paraje y proteger la zona, una de las escuelas más clásicas de escalada y alpinismo.
Después del tremendo madrugón del domingo, a las 8.30 comenzaron a llegar hasta la falda de la sierra de la Pedriza los voluntarios, que, equipados adecuadamente, se disponían a afrontar una dura jornada de limpieza. Como punto de partida y encuentro se eligió la explanada de Canto Cochino, denominada así por un geólogo que descubrió hace años una piedra similar a un cerdo. Allí se comenzaron a distribuir las bolsas de basura y guantes, así como los bocadillos, botellas, fruta y camisetas identificativas de la operación.
Sin perder apenas tiempo, comenzaron a partir las brigadas, de 15 a 30 personas, hacia 15 puntos simbólicos y legendarios de la Pedriza. Los primeros grupos se encaminaron hacia las zonas más lejanas del Collado, de la Dehesa, el Yelmo y Navajuelos. Otra cuadrilla, a un paso más ligero y fugaz, emprendió el rumbo hasta la remota pared de Santillana, con casi cuatro horas de camino por delante. Además, los habituales escaladores y montañeros que no conocían la iniciativa también se apuntaban. Sobre las diez de la mañana, 500 personas se estaban movilizando por la sierra y atravesaban en primer lugar el fascinante, revuelto y angosto cauce del río Manzanares. Tras el paso común por el sendero del arroyo de la Majadilla, los grupos se separaron hacia sus destinos a través de la abundancia y riqueza vegetal del parque.
Tierra quebrada
A medida que se avanza, la tierra comienza a quebrarse, poco a poco el terreno es más escarpado y áspero. Con los riscos del Collado del Cabrón y Molandros, como el Cancho de la Muerte, se acentúa el riesgo, pero a la vez, según indican los montañeros, se empieza a percibir la grandeza de la montaña. Tras la maleza llegan la avalancha de piedras y el laberinto de rocas, y los voluntarios alcanzan zonas de difícil acceso, donde duermen, reposan y se refugian los montañeros. En estas áreas, como el Yelmo, el Refugio, el Tolmo y el Pájaro, frecuentadas por escaladores y alpinistas, se almacenan los desperdicios que habitualmente no se recogen.Según los montañeros, hay suciedad por descuido, y no por mala fe. No obstante, en algunos recovecos están almacenados cientos de viejas latas, miles de colillas, aluminio, y sobre todo, mucho papel higiénico, que, según los alpinistas, hay que recordar que no es degradable. Entre los peñascos incluso aparece una alfombra y hasta algún calzoncillo.
Sobre las tres de la tarde comenzaron a regresar los primeros grupos, que fueron depositando las bolsas de plástico en un camión de basura de la empresa encargada por la Agencia de Medio Ambiente para limpiar la zona. A la vuelta, los voluntarios observan cómo las riberas del río están repletas de familias que han desplegado sillas y mesas para almorzar y disfrutar de un día de campo. Según los forestales, estos grupos llegan a dejar cada lunes cerca de 2.000 kilos de basura.