La Revista Grandes Espacios
LA NUEVA REVISTA
Cuando falta poco para concluir el año 2001, Montañeros Madrileños cuenta ya con 620 socios y se tiene la percepción de que es preciso contar con una revista que ofrezca una visión más cercana a nuestra zona geográfica tanto en la parte deportiva como en la relativa a noticias.
Partiendo del conocimiento de revistas como Pyrénées, es en ese momento cuando se mira con interés a la Editorial Desnivel, que lleva ya un tiempo publicando la revista Grandes Espacios. Anteriormente sólo tenía en el mercado la revista Desnivel centrada casi en exclusiva en actividades de escalada y que no parecía de interés para una mayoría de miembros del club que, aun practicando muchas variedades de deportes de montaña, se declaran en un porcentaje muy elevado montañeros o senderistas.
Luis Miguel convoca una reunión de urgencia de la junta directiva a mediados de Noviembre en la sede de la Carretera de Boadilla del Monte, en la que Carlos presentará el documento que -tras un estudio riguroso- ha elaborado. Contiene la proyección de los costes de implantación de esta nueva revista en relación con las sinergias esperadas con el ingreso de nuevos socios que -como consecuencia- espera se produzcan en los dos años siguientes. El gasto por asumir en una primera fase es elevado, por lo que se produce un debate que desembocará finalmente en la luz verde al proyecto.
El 26 de Noviembre de 2001 por fin se concierta una reunión con Darío Rodríguez, director y propietario de Ediciones Desnivel, a la que asistió él mismo junto a su mano derecha en aquella época Marina Roch, y Carlos por parte de Montañeros Madrileños. Darío es una persona muy inteligente y apasionada por la montaña que ha levantado de la nada la editorial partiendo de una revista de éxito, y -como en otros casos- que nos hemos encontrado al plantear a lo largo del tiempo propuestas innovadoras, tras una sorpresa inicial asume el planteamiento y ya será fácil en los días posteriores pulir todos los contenidos y contraprestaciones mutuas así como el valor económico del mismo.
Para Darío representó también la oportunidad de utilizarlo como banco de pruebas para implantar sus revistas en otros clubs de toda España, aunque la realidad demostraría según charla informal que mantuvimos años mas tarde la dificultad de hacerlo, tanto por la capacidad económica exigua de la inmensa mayoría de las sociedades de montaña como por la dificultad de aprobar en las mismas un servicio a los socios de estas características. En el caso de Montañeros Madrileños, es que desde el primer momento ya estaba asumido el coste de una revista aunque en este caso se incrementara, pero había suficiente músculo financiero para soportarlo.
Respecto a los socios, la revista está concebida como una herramienta y un servicio mas; en el caso de que alguien no la quiera no se le envía pero ello no da lugar a deducción alguna en la cuota que es global dentro de los presupuestos anuales del club.
La implantación de la revista no supuso incremento de esa cuota y además se dio a cada uno la opción de recibir en su lugar (o además) la revista Desnivel con un pequeño suplemento. Los socios del hoy Club Alpino Madrileño-Montañeros Madrileños pueden elegir en el momento al que se refiere esta información tres distintas revistas según sus gustos.