Andorra Ull de Ter
Etapas
7 etapas
Recorrido
109,3 kilómetros
Desnivel +
6573 metros
En las dos páginas relativas al paso por Cataluña y Andorra de las travesías clásicas del GR-11 que se organizaron desde Montañeros Madrileños se va a describir el recorrido aprovechando para aportar algunas pinceladas de tipo organizativo, etnográfico etc. que esperamos completen la imagen de como se desarrollaban los viajes.
Este trekking utiliza la senda pirenaica GR-11 pero no en general las etapas tal y como se describen en las guías ya que fue adaptado por Carlos García y Luis Miguel Tordesillas para poder utilizar las posibilidades organizativas proporcionadas por el vehículo de apoyo previsto para estos viajes.
Ambos recorrieron previamente todas las etapas localizando los alojamientos mas idóneos y marcando pautas a los establecimientos en cuanto a la variedad, calidad y tipología de las comidas a servir a los participantes en función del ejercicio físico desarrollado.
El recorrido
1 Arinsal a Arans y Ordino
2 Engolaster a Refugio L,Illa
3 Refugio I,Illa a Refugio Malniu
4 Refugio Malniu a Puigcerda
5 Puigcerda a Planoles
6 Planoles a Nuria
7 Nuria a Ull de Ter
1 Comentarios generales sobre el trekking y la ruta
Este recorrido se realizó por primera vez del 7 al 15 de julio del año 2001 y se repitió los años 2003 y 2005. A diferencia de otros de los Trekking realizados por el club, sigue bastante miméticamente las etapas clásicas del GR-11 con algunas variaciones en las etapas de comienzo, donde se acaba en Ordino en lugar de Encamp, y en la última.
Previamente Luis Miguel y Carlos en la primavera de 2001 realizaron un viaje relámpago cogiendo dos días de vacaciones para localizar los puntos exactos de salida y llegada de las etapas, comprobar los accesos a los mismos para el vehículo de apoyo, ver los tramos de pista o carretera que éste podría aprovechar para evitar kilómetros sin valor montañero a los participantes y visitar los posibles alojamientos, apalabrando cuando fue posible y negociando y valorando las comidas. Si en el trekking Valle de Arán Andorra tuvieron algunas dificultades en este caso fueron aún mayores en determinadas etapas, especialmente en Planoles según se relata mas abajo.
Es de destacar que tanto en este recorrido como en el de Valle de Arán-Andorra muchos de los alojamientos contaban con piscina, lo que resultó un alivio al final de cada etapa en Julio
2 Última etapa en Andorra
Cuando este trekking se ha realizado como continuación a Valle de Arán-Andorra, ambos grupos han coincidido el sábado en este alojamiento, que la primera vez se realizó con tiendas de campaña en el camping Xixerella de Erts y posteriormente en el hotel Erts de esta población. Teniendo en cuenta también que siempre alguno de los participantes empalmaba el recorrido de las dos semanas.
Contando con el vehículo de apoyo para el traslado de los socios la salida de la primera etapa se ha realizado siempre desde la población de Arinsal en una urbanización denominada “Mas de Ribafeta”, lugar muy estratégico porque desde la parte alta se accede fácilmente al GR-11. Se trata de un día de etapa sencilla de unos 14 kilómetros y 1300 metros de desnivel que el club hacía acabar en Ordino con el fin de transportar a los participantes hasta un lugar que se localizó en la visita citada de la primavera de 2001 denominado “Borda Ansalonga” que con el Aparthotel Annapurna superaba las expectativas de alojamiento y cena. En ese año aun se utilizaban los transmisores de banda 2 metros por lo que se convenía con los caminantes establecer contacto por radio al llegar al collado que desciende hasta Ordino para coordinar con el vehículo de apoyo.
En la segunda etapa ya la cosa se complica. El recorrido pasa forzosamente por una zona de montaña muy bonita pero despoblada y se llega hasta el refugio L, Illa. donde hay que pasar la noche. Se trata de una gran edificación que cuenta con dos salas para dormir dotadas de litera corrida de firme rejilla metálica por lo que es preciso llevar también colchoneta y saco de dormir porque no hay ninguna posibilidad de acceso del vehículo de apoyo y por supuesto, no está guardada (sólo en Andorra en aquel momento funcionaba como refugio de montaña el del Estany Negre de camino al Comapedrosa). Y como consecuencia también hay que llevar todo lo necesario para la cena y el desayuno.
Este último aspecto se resolvió satisfactoriamente consiguiendo que en cada trekking en la Borda Ansalonga prepararan una cena muy bien organizada en tuppers y que se recogía tras el desayuno. Eso sí, para desayunar caliente fue preciso llevar unos camping gas. Con eso solucionado ya solo queda comenzar el traslado hasta el Lago de Engolaster, punto de partida de la etapa del día (13 kilómetros y 900 metros de desnivel) para lo que se alquilaba un segundo vehículo por la larga distancia. Negociando con el parking del Lago (propiedad del restaurante que hay allí) el estacionamiento nocturno de la furgoneta al ser tradicional que el socio conductor en esta etapa suba, cene y duerma con el grupo bajando por la mañana.
3 Refugio de Malniu. Los orígenes en montaña de Kilian Jornet
Tras la pernocta ya se va a emprender el camino que rápidamente nos va a retornar a Cataluña. Hoy son 14,6 kilómetros, 760 metros de desnivel positivo y bastante mas de descenso, una primera parte de zona pedregosa y pasto de alta montaña y luego bosque hasta el refugio de Malniu. La etapa en principio no tiene dificultad, pero en una de las ediciones encontramos una zona cubierta de nieve helada con gran espesor en la zona de la Portella d, Engorgs que hizo atravesar la zona con mucha precaución.
Se llega al Refugio de Malniu y ya está allí la furgoneta. Este es un refugio de montaña en el sentido clásico de la instalación, con guardas y habitaciones compartidas en literas/repisa con colchonetas, con la particularidad de que fuera de la temporada invernal se puede acceder en vehículo por una larguísima pista desde Ger por Meranges.
Ahí conocimos a Eduard Jornet, un tío simpatiquísimo natural de Barcelona pero residente en esta zona del Pirineo. Cuando Luismi y Carlos fueron al refugio por primera vez, allí estaban sus hijos Kilian y Naila, todavía pequeños y que habían echado los dientes con los esquíes subiendo con su padre a abrir el refugio en invierno. No es extraña pues su progresión deportiva.
Con Eduard hicimos muy buenas guindas. Se suele decir migas, pero en este caso es correcto porque en Malniu se aprovechaba para ejecutar el rito implantado por los ideólogos de los trekking de la toma de aguaplácida, guindas y cerezas en aguardiente y castañas en Almíbar. Todo ello de Prada a Tope. Eduard se demostró muy ávido de todo ello y un poco alucinado porque jamás había oído hablar del tal Sr. Prada. Se realizaba un simbiótico intercambio con un delicioso fuet con el que él se empeñaba en agasajar al grupo también, y cada vez que se pasó por allí le dejamos aguaplácida y guindas porque siempre se llevaba de sobra, tarros grandes. Eduard que completaba su actividad como miembro de una compañía de guías nos facilitó información muy valiosa sobre los caminos de los Cátaros que luego valió para organizar otras actividades del club en España y Francia.
El miércoles se reanuda la caminata y ya no es la Cataluña profunda, es que nos introducimos en una zona tradicional del montañismo catalán con una cultura de los pobladores muy desconocida para los que no somos de la zona. En aquel momento hay entre los habitantes una transición cultural hacia las nuevas oportunidades, en la que los payeses comienzan a tantear la instalación de campings y albergues e instalaciones para el incipiente turismo de montaña. Nos dirigimos a Puigcerdá en una etapa muy cómoda de 14 kilómetros y 110 metros de desnivel que parte del grupo aprovecha para ascender el Puig Pedrós (2915 metros) que coge de camino, una cumbre sencilla y con buenas vistas.
4 Puigcerdá y Planoles
A Puigcerdá se llega por una larga pista y el alojamiento se realiza en el Pirineos Steel de Guils de Cerdaña que coge de camino. El camping tiene buenas instalaciones y bungalow pero da muy pocas facilidades. Por un lado no quieren alquilar los bungalow para una sola noche (para el club no es tanto una cuestión de precio, sino de concepto y servicio, al final será preciso dormir en tienda) y por otro a la hora que debe partir el grupo no hay forma de que proporcionen desayuno ya que indican no poder abrir antes de las diez (ver cuadro al final). Finalmente para siguientes ediciones se optó por alojarse en un sencillo hotel en el centro de Puigcerdà (Hostal Muntanya) que proporcionaba desayuno y permitía organizar la cena en un restaurante clásico de la localidad.
Para la siguiente etapa es necesario organizar el traslado A Vilallovent, ya que desde Guils solo hablamos de carretera. Allí ya, se inicia una larga etapa de 25 kilómetros y mil metros de desnivel que alternando pistas, prados y alguna zona de arbolado lleva al grupo hasta Planoles. Esta población está rodeada de bosques y Carlos y Luismi han localizado uno de estos campings recién abiertos por payeses (Can Fosses) que cuenta con una serie de caravanas preparadas para dormir, incluso con ropa de cama. No son suficientes para el grupo pero se soluciona con las tiendas que el club transporta, todo el mundo tiene saco por aquello del refugio de L, Illa.
Lo que ocurre después con la cena es también analógico. Tienen habilitada una edificación sobre un antiguo pajar o almacén de labor con ventanales a los cuatro puntos cardinales. Allí se disponen las mesas corridas para la cena en un cuadrado en el que en uno de los extremos ubican la zona de servicio. Todo lo que se les ha solicitado lo sirven con toda la familia atendiendo, en cantidades multiplicadas, pasta, ensaladas, embutidos, pilas de pan con tomate… carne a la brasa…vino a discreción, cervezas…hay de todo y se les pide que no hagan más. Esto se va a repetir en el desayuno. Se les había además sugerido por la noche de que hubiera la posibilidad de tener algo de pan para el bocadillo del día. Nos entregan dos grandes hogazas recientes y ya partidas y paquetes de queso y embutidos. Y no quieren cobrar por ello, a cualquier pregunta siempre dicen aquello de “va incluido”. Y el precio que se pactó es módico. Grata experiencia que nos hizo volver siempre mientras el trekking se realizó, luego construyeron tres bungalow lo que aportó comodidad y… lógicamente… los precios ya fueron algo más elevados.
5 Nuria y Ull de Ter
Ya nos quedan dos días sólo y el viernes nos vamos a adentrar en uno de los lugares mas simbólicos del montañismo catalán: el santuario de Nuria. La etapa tiene una longitud media (17 km.) aunque un desnivel acumulado de 1440 metros. De los que los últimos siete transcurren por el largo camino que va por el fondo del valle por debajo de las vías del tren-funicular de Nuria y es tradición que los que van por el camino y los que suben en el tren se saluden agitando la mano. Es posible tomar el ferrocarril en Queralbs evitando siete km. de fuerte pendiente y en cierta forma es una experiencia que vale la pena, similar a la del tren eléctrico del Guadarrama.
En Nuria hay un trasiego de turistas que suben y bajan en el tren. Hay poco alojamiento, o son unos hoteles bastante lujosos o el albergue Pic de l, Aliga de la Generalitat, dirigido a un público juvenil y de colonias. Hemos reservado en este último al que se accede por un pequeño telesilla y donde la comida es sencilla pero digna.
Y es que esto ya se acaba. La etapa final es la etapa reina de esta semana. No tanto por su distancia, que es corta, 11,6 km y 1000 metros sino por su simbolismo, muy cerca del Puigmal (segunda cima de Girona y repetidamente programado en las actividades del club) y atravesando el collado de las Noucreus (nueve cruces incrustadas en las rocas en recuerdo de un grupo de esquiadores fallecidos en una tormenta en el siglo XIX), las Noufonts, el refugio de la Coma de la Vaca que se rodea y finalmente el de Ull de Ter, el más antiguo de España del que sólo quedan unos restos, el actual se inauguró en 1959.
Sólo nos queda ya bajar a la carretera que viene de la estación de esquí de Walter 2000 y donde la furgoneta nos va a recoger en un par de viajes para llevarnos al camping Bungalow Park de Conca de Ter, gente muy amable y acogedora donde se ha reservado eso, bungalow y donde es posible dormir cómodamente esa última noche y, ya con los coches, organizarse para la vuelta mejor que en Setcases y celebrar en su restaurante la cena de despedida de una semana inolvidable.
Un desayuno épico. El problema del desayuno en el camping Steel se solucionó de una forma imaginativa por Carlos (que acompañaba el trekking) y Antonio Almazán. Localizaron un horno (aunque no excesivamente cercano) y a primera hora allá fueron a por croissants y otra bollería y pan. Ya habían comprado en Andorra butifarras, patés y quesos y cuando los socios salieron de la tienda encontraron sobre las mesas plegables que también se llevaban en la furgoneta desde Madrid un buffet compuesto por todo eso mas yogures, zumo de naranja, cereales, café y leche caliente que se hizo en el momento en los camping gas y otras cuantas cosas más. Hubo quien dudó luego si hacer la etapa y -desde luego- ha quedado en el recuerdo como el mayor y mejor desayuno de toda la historia de los trekking del Pirineo.