En el mes de Febrero del año 2008 tuvimos conocimiento a través de una solicitud de ayuda de un pequeño club del norte de Portugal, que se encontraba en una situación complicada.

El hecho es que abordaron la construcción de un sencillo refugio en la Sierra de Arga (norte de Portugal). Los equipamientos de refugios de montaña no son algo conocido en nuestro pais vecino, hay pocos y muy modestos. Teniendo en cuanta además que las circunstancias de cifras en cuanto a salarios etc. de Portugal han sido comúnmente mas bajas que las españolas, y a gran distancia de las europeas.

Aunque el presupuesto no era descabellado (46.000 euros en total), se les prometió una ayuda sustancial por parte de las autoridades de la zona. Ellos pusieron todo de su parte hasta financiar con propios medios, eventos, aportaciones personales etc. aproximadamente la mitad. Para concluir el refugio solicitaron un crédito puente hasta que les abonaran los fondos concertados…que al final nunca llegaron. Cosas de la política. Se vieron entonces en una situación comprometida puesto que lo habían respaldado con el aval personal de varios socios. La cosa tenía solución si liquidaban aproximadamente la mitad de la deuda, puesto que el resto sería entonces posible financiarlo a largo plazo.

La historia nos llamó la atención. Tras algunas indagaciones a través de clubs españoles de la zona confirmamos la veracidad de la situación. Y nos pareció que valía la pena apoyar a una gente de montaña que creyó en un sueño y lo llevó a cabo arriesgando tal vez mas de lo debido, pero con la ilusión en este equipamiento para dar a conocer su territorio.

Nuestro club promovió entonces una fuerte campaña entre los socios, implicando además a la FMM, a Ediciones Desnivel para su difusión y poniendo al servicio de esta solicitud de apoyo la potente maquinaria de comunicación del club, a través de la cual se emitieron correos a cientos de clubes y entidades de toda España. Numerosos socios participaron con pequeñas cantidades y finalmente se les pudieron transferir unos miles de euros, suficientes para que con el resto de las aportaciones recibidas el problema se cerrara favorablemente.

En Noviembre de ese año organizamos una actividad en la que participaron 24 socios del club. El viaje hasta allí es muy largo pero valió la pena porque nos encontramos con unas personas sencillas y encantadoras que se desvivieron para que nos sintiéramos cómodos y nos acompañaron a recorrer la zona. Por supuesto que dormimos en el refugio y en el curso de la actividad Luis Miguel Tordesillas como presidente del Club Alpino Madrileño, firmó un convenio por el que los socios del club gozan de las mismas tarifas de uso que los socios del club promotor de la instalación. En años posteriores realizamos conjuntamente la actividad Ibersender en Portugal en la perspectiva de recuperar los encuentros luso-españoles de montañismo que se celebraban en la época de la antigua Federación Castellana de Montaña y de los que muchos/as de los que lean estas líneas guardarán un grato recuerdo.