La oficina y los primeros tiempos
TODO EN MARCHA
Ya está. El club se ha fundado…ahora hay que ponerlo en marcha.
El domicilio social del club como se refleja en el acta fundacional, está en la Carretera de Boadilla del Monte de Madrid, frente a la Casa de Campo. Se trata de un piso propiedad de Luis Miguel que en ese momento no está ocupado. Es una base perfecta para que sea el centro desde donde se gestione la vida organizativa del club y la preparación de actividades. Este local fue cedido por Luis Miguel durante 15 años y nunca cobró nada por ello.
Por otro lado (como se indica en el apartado dedicado a la que será la sede en la calle Barco a partir de 2004), no se considera necesario un local de reunión. Los socios se ven en las actividades, para alguna reunión o proyección puntual se usan otros locales y ante cualquier petición telefónica de información o consultas de los socios se responde casi de inmediato. La prueba está en que, sin esa existencia física de local, se llegará en unos años casi al millar de socios. En un poco tiempo se instala primero un contestador sencillo y luego otro mas completo con fax que permite ser interrogado a distancia y escuchar los mensajes (el contestador de Telefónica aun no existe) lo que hace posible a Carlos y Luismi atender lo que sea preciso desde sus casas sin desplazarse a la sede. Para ello utilizarán un curioso artilugio emisor de tonos ya que la mayoría de los teléfonos no contaban con esta funcionalidad al tratarse de líneas analógicas.
Para entender de qué forma se gestionaba todo esto, es preciso ponerse en contexto -como en otras ocasiones- en esta época de hace treinta años. No existían los teléfonos móviles, no existe internet (empieza a hablarse tímidamente de las denominadas “autopistas de la información”) y por lo tanto la información se hace llegar a los socios redactando los textos, componiéndolos en el caso de boletines, fotocopiando, ensobrando, franqueando…y enviando por correo….
LOS PRIMEROS SOCIOS
El grupo inicial de socios está compuesto por amigos, familiares, compañeros de trabajo de Carlos, Luismi y otros socios fundadores. Son el núcleo del nuevo club, aficionados a la montaña, entusiastas, animan a los que soportan el grueso de la organización y aportan su trabajo cuando ven la oportunidad o se les solicita.
Al final del primer año, los socios son ya 59 y por procedencia, los fundadores y sus familiares son 16, los compañeros de trabajo y familiares 25, los amigos 17, y el resto afiliaciones directas tras la fundación. Casi el 70% procede del Club Alpino Popular. En este grupo inicial del primer año hay muchos socios/as que serán en el futuro relevantes en Montañeros Madrileños como Mercedes Colino, Antonio Almazán, Carlos Carretero, Miguel Angel Madruga, Miguel Angel Roncero, Gregorio Carpintero, Eliseo Neches y Rosa García Pérez, Nacho García Pérez, Manolo García Gabaldón, Fernando Ruiz Lucientes, Luis Prieto y Paco Sierra.
LA PROMOCIÓN
Desde el primer momento se estima imprescindible dar a conocer el proyecto y buscar personas y entidades afines.
Ello se pondrá en marcha en este 1991 por dos medios. Uno, con el envío personalizado de un manifiesto que denominábamos el “No nos resignamos” (que ya había empezado a difundirse en 1990) y otro con la carta enviada a los 360 clubs de Madrid informando de la puesta en marcha del proyecto e invitando a unirse a él. En paralelo, se realiza difusión a través de tiendas de montaña y posteriormente pequeños anuncios en prensa local y revistas afines. También durante los dos primeros meses de 1991 se envió la información y cartas del club a aquellos que se habían interesado, para divulgar funcionamiento y actividades y propiciar el alta en el nuevo club
Esta promoción se completa con la celebración de actos concretos de presentación del club. con proyecciones de diapositivas. El primero se realizaría el 28 de Febrero de 1991 en un local del barrio de Tetuán que gestionó Fernando Serrano.